Buenoooo, pues aquí
estoy de nuevo, tras un gran parón
de cinco meses y 9 kg menos, he vuelto, porque sinceramente es imposible llevar
a la vez un blog de repostería
y una dieta, eso es sufrir por deporte, y hombre!!!, tampoco tengo yo la vena
masoca tan desarrollada.
El caso, es que estaba esperando a estas fechas para retomar la
repostería por algunas
razones; la primera es porque encender el horno en Sevilla en verano es como
vivir en el infierno, y en este caso, tampoco es que la cosa esté mejor, porque sigue haciendo un
calorrrrr..., pero en fin..., y la segunda razón,
es por que se acercaba la festividad de Los Santos y los Difuntos, o Halloween,
como prefiera llamarlo cada uno, y esto en repostería da mucho, pero que mucho juego.
Para mí,
estos días están relacionados fundamentalmente
con mi infancia y el recuerdo de mi abuela y mi tata en esa cocina enana que
tenía. Durante los días previos compraban, y
planeaban, y después se metían en la cocina y empezaba a
salir de allí olor a
canela, azucar, leche...hum!!!
También había una mesa larga de
madera que habitualmente se usaba para poner adornos, y que tan solo se abría para las comidas y cenas
oficiales (una de ellas la noche de Los Santos) y esa mesa, se iba llenando de
postres y comida típica de
esos días. Fuentes y
fuentes de gachas, parece que lo estoy viendo, esas fuentes de porcelana blanca
y azul, desconchadas... Las batatas asadas, y mi madre comiéndose una, tan caliente, que casi se quemaba la boca y los dedos, los buñuelos
(muero !!!!) los dedos de santo, madre mía!!!
Estoy engordando con solo contarlo!!!
Buñuelos del año pasado |
Rellenos de trufa y nata!!! |
Y por la noche a poner palomicas (que son esas velitas que se
ponen flotando en el agua) una vela por cada persona a la que echas de menos,
en realidad la costumbre no tiene desperdicio... Jajaja .
Pues eso, que igualmente también
me encanta la vertiente Halloween, en mi propia casa, con mi marido, adornando
con alguna calabaza y esperando a los niños
y las niñas de mi barrio,
con sus familias, que van vestidos todos de manera terrorífica, y que dicen lo de truco o
trato!!! Me encanta llenar una fuente de caramelos y esperarlos, con sus
calabacitas llenas de chuches, y yo en mi cocina haciendo algún pastel de tipo Halloween.
Cupcakes de chocolate y coco |
El año pasado hice cupcakes de
chocolate y coco, adornados con calabacitas y tumbas de fondant, quedaron monísimos, y este año voy a decantarme por algo más
clásico y más español, un bizcocho de calabaza y
nueces, que no se diga que dejo la
tradición por la
modernidad!!! Jajajaj
En fin, os dejo con la receta y el paso a paso!
INGREDIENTES:
- 150 gr. de calabaza.
- 75 gr, de nueces troceadas.
- 4 huevos de gallina feliz.
- 150 gr. de azúcar blanco.
- 75 gr. de aceite de oliva sabor suave.
- 1 sobre de levadura.
- 1/4 de cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de canela molida.
PREPARACION:
Trituramos la calabaza con la picadora o un robot similar,
hasta que quede muy finita, pero que no sea un puré. En la tmx unos 20 segundos velocidad progresiva
hasta 7.
Con la batidora de varillas o similar, batimos los huevos y el
azúcar durante 6 minutos o
hasta que la mezcla se aclare.
A la mezcla de los huevos le añadimos
la calabaza triturada, el aceite, la harina tamizada y mezclada con la
levadura, la canela y la pizca de sal, y mezclamos todo con movimientos
envolventes para que la masa no se venga abajo. En el caso de la Tmx lo haremos
todo con la mariposa, y serán
unos 15 segundos a velocidad 4.
Finalmente añadimos
las nueces picadas con cuchillo, para que nos encontremos los trozos gorditos.
Lo ponemos todo en un molde engrasado... Y al horno precalentado durante 20
minutos, a 160 grados durante unos 50 minutos, calor arriba y abajo.
Ya más fácil no la hay, y ya veis el
aspecto que tiene, sale esponjosa y muy ligera, un triunfo asegurado!!!!
Espero que la hagáis y la comáis
viendo una buena película
de terror que es lo que pega este fin de semanaaaaaaa....
Besitos terroríficos:
B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario